El clásico del caucho: más agarre, menos esfuerzo

Solo necesitas una liga elástica gruesa o un guante de goma (sí, como los de lavar los platos). Colócalo alrededor de la tapa del frasco. Esto mejora el agarre y evita que la mano resbale. Aplica fuerza firme (sin apretar de más) y verás cómo se abre más fácil.

No es magia, es fricción. El truco está en darle a tu mano el control.

Técnica del golpe suave: libera la presión del vacío

A veces, la tapa no abre por el vacío interno. Golpea ligeramente el borde de la tapa contra la encimera (con cuidado, no lo rompas) o dale pequeños toques con el mango de un cuchillo de madera. Esto rompe el sello de presión y afloja la tapa.

También puedes meter el frasco bajo agua caliente 30 segundos. El metal se expande y se afloja solo.

Abre frascos con una cuchara (sí, leíste bien)

Toma una cuchara de metal y colócala entre la tapa y el borde del frasco. Haz palanca con cuidado para romper el sello de vacío. Escucharás un pequeño “pop”. Ahora gira… y voilá: frasco abierto sin pelear.

Este tipo de life hacks te ahorran tiempo, frustración y hasta un llamado a alguien “más fuerte”. Lo mejor: funcionan con lo que ya tienes en casa. ¿Te gustó? ¡Compártelo y guarda este truco para la próxima vez!

Para ayudarte a mucho más lee más artículos.

Cómo Abrir un Frasco Fácilmente con Este Truco Casero

Seguro te ha pasado: estás en la cocina, todo listo, pero el frasco no abre ni con oración. Frustrante, ¿verdad? No hace falta fuerza sobrehumana ni herramientas raras. Hoy te traigo un truco casero que realmente funciona y te saca del apuro en segundos. Vas a querer usarlo cada vez.